Magnolia

Este espacio ha sido creado para compartir poesía, letras de canciones, algunas fotos o dibujos, cuentos, y conversaciones sobre miles de cosas. De un extraño modo se ha convertido en una extensión de mi misma, las cosas que son publicadas son la exteriorización de lo que pienso y siento en el momento que actualizo las entradas. Espero que lo disfruten.

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Nombre: Colectivo Yo Defiendo
Ubicación: Concepción, VIII Región, Chile

Integrado por docentes, alumnos, trabajadores, ex-alumnos y comunidad vinculada a la UdeC

junio 23, 2006

La Vuelta de la Tortilla, o el sentido del proceso pedagógico dentro de los nuevos paradigmas de enseñanza

Hace tiempo que dedico tiempo a pensar con respecto al proceso de enseñanza - aprendizaje, como un modo reflexivo de considerar que, cuando uno se encuentra en el rol docente, se puede desarrollar tanto la habilidad de entregar conocimientos como la de recibirlos de forma humilde y como contraparte práctica a un saber teórico.
Siempre me ha gustado la docencia, y adjunto a eso, las oportunidades que presenta el relacionarse con los alumnos como personas, como seres integros, ha sido una gran oportunidad para comprenderme como ente político sobretodo.

Una de las principales implicancias en ese proceso es respecto al intercambio de roles para que la enseñanza - aprendizaje sea real: el desafío del docente es aprender a ser tanto alumno como profesor, como alumnos debemos dejar que nuestro rol docente admita un grado de ignorancia y permita la humildad frente a los aportes del alumno, independiente si ello se hacen desde el conocimiento docto, vulgo o desde la praxis. Esta perspectiva es central respecto de los cambios al interior de la sala de clases, aprender a acoger las dudas, los nuevos conocimientos y entablar conversaciones en un ámbito de respeto y horizontalidad o equidad argumentativa.

Ahora bien, las cosas que he dicho en los párrafos anteriores no son desconocidos para ninguna de las personas que se encuentran en el ámbito de la educación, el punto es ¿hemos pensado en cómo debería manifestarse o expresarse esta misma situación en los alumnos? Al parecer, el tan preciado alumnado, en general, en este momento de avance de las nuevas pedagogías logra escabullirse de la responsabilidad del rol de docencia con una facilidad importante.

En su rol de alumnos su desafío es aprender a ser aprendiz y profesor, es decir, dejar que el poder que han recuperado al interior de la sala de clases no sea utilizado como una forma de voltear la tortilla -reprimir ahora al docente en venganza al alumno lastimado de antaño-, si no como una forma de co-construir el espacio y las oportunidades de aprender. Como toda co-construcción, ella sólo puede ser realizada desde la valoración del conocimiento suyo y de los otros.
Esta perspectiva también es central al momento de retroalimentar al profesor en su rol docente: es el alumno el profesor cuando de evaluar prácticas pedagógicas se trata, y como profesor, el alumno, también tiene el deber de acoger las dudas y entablar conversaciones en un ámbito de respeto.

Esto último es de especial importancia cuando consideramos que el profesor retroalimenta pedagógicamente a un grupo de personas, pero el alumno sólo retroalimenta a una sola persona en su modo de hacer y trabajar. En el caso del alumno el desafío es doble en tanto el lenguaje utilizado para retroalimentar -que ahora ostenta poder igualitario- debe evitar el ataque personal y centrarse en la mejora del proceso de aprendizaje en general. ¿Es eso posible? La verdad es que probablemente no lo sea, como no fue posible, por muchos años, que existiera un grupo de profesionales en la educación que quisiera correr este riesgo de concebir su trabajo de otro modo, más democrático y más equitativo.

Finalmente, entonces, estas divagaciones ponen el acento en el "por mientras" y en las preguntas sobre el cuidar: en el cuidado del docente en el proceso de aprendizaje (¿quién cuida al docente que se arriesga?), en el autocuidado (¿cuáles son las técnicas, los refugios, que puede construir un docente para sí mismo, para no volver a la insensibilidad e indiferencia frente a la demanda del alumno que anteriormente reinaba? Por no decir "volver al cuero duro"); y en la pregunta respecto del cuidado y cariño entre nosotros los docentes (¿cómo estamos dispuestos a trabajar y a acoger entre nos-otros a aquel que se ve dañado en este cambio?)

PH